COMO LIDIAR CON EL MIEDO AL AGUA 17/07/2015

AGUA... el compuesto químico más precioso que tenemos.

Está presente en todos los ecosistemas, es la base indispensable para todas las formas de vida, incluido el hombre.

Al realizar el baño nuestros hijos recuerdan el liquido amniótico, lo que los hace sentir relajados y tranquilos. En muchas piscinas se organizan cursos especiales de natación para padres y bebés, precisamente por el efecto beneficioso del agua.

A medida que los niños crecen comienzan a temer al agua, especialmente si encuentran una basta cantidad como el mar, el lago o la piscina, arriesgando de arruinar los planes que habíamos hecho para las vacaciones.

No se haga un drama de esto y no culpen o se burlen de los pequeños. ¡Con un poco de paciencia y tacto verán que se convertirá en un pequeño pez! No pretendan resolver el problema en un par de días, tal vez si los pequeños tienen dificultades con el agua este verano, consideren un curso de natación durante el invierno con el fin de infundir confianza en ellos en este elemento.

No los hagan entrar al agua a toda costa o a la fuerza ¡se corre el riesgo de traumarlo aún más! Es mejor usar el método gradual: primero mojen sus pies caminando por la orilla o siéntense en la piscina con los pies en el agua. Lentamente busquen involucrarlos con algunos juegos para animarlos a ir más lejos y sumergir las piernas.

Si realmente no quieren, prueben a tomarlos entre los brazos e ir al agua.

Recuérdenles que siempre estarán cerca de ellos listos para apoyarlos, alentarlos y ayudarlos. Explíquenles que podemos ingresar al agua y flotar con algunos soportes como los salvavidas, los aros inflables, los flotadores de brazos y que puede ser divertido y seguro.

La regla fundamental es prestar mucha atención en todo momento, no distraerse y nunca bajar la guardia. El agua puede ser tan maravillosa como peligrosa.