Blog navigation

Últimas entradas del blog

Últimos comentarios

México y su día de muertos. 17/10/2013

 

El día de todos los santos, el día de los muertos de la cultura prehispánica de los aztecas y también el pagano y divertido halloween.

Hoy en día sabemos cual es el día de todos los santos que todos celebran.

Fieles católicos, incluidos también aquellos de México, y de Halloween hablaremos en nuestra próxima publicación..

La celebración de los aztecas, es decir, "El día de muertos", todavía está muy extendida al día de hoy. Los indios que sobrevivieron a la masacre de los invasores españoles, continuaron honrando a sus muertos como siempre lo habían hecho con sus costumbres y expresividad, pero en la clandestinidad, dentro de sus propios hogares, así ambas celebraciones continuaron hasta convertirse en una mezcla de catolicismo y paganismo mesoamericano.

En esta fecha especial, se aprovecha hacer al mismo tiempo una celebración solemne pero también divertida. Es necesario reírnos de la muerte, ahora que estás vivo, burlarse de ella, no obstante ella vendrá cuando tenga ganas de encontrarte. Aquellos más devotos que mantienen las tradiciones, arreglan un altar muy particular en su propia casa o incluso en algunos lugares públicos. Los altares varían un poco dependiendo de la región, pero en esencia las decoraciones son siempre flores naturales o artificiales, en especial la flor llamada "cempasúchil" que significa "flor de los muertos" en lengua náhuatl (Tagetes erecta).

Se cubre una mesa con papel de colores y picado con figuras de calaveras y flores, se hace espacio para la comida favorita de los familiares que ya no están, muchas velas para iluminar el camino de los muertos que vienen a visitar el altar, algunos colocan fotografías de los difuntos de cuando estaban en vida y entre otras decoraciones, ligeramente más aztecas, están los cráneos, incienso de copal, que tiene un perfume muy especial, pan de muerto, calaveras hechas de azúcar, frutas de temporada como mandarinas, calabazas, papas americanas, flores de cempasúchil y muchos otros objetos de origen prehispánico. Aquí les muestro fotografías de un altar en honor a los difuntos.

Pequeñas calaveras de azúcar, que generalmente se regalan a amigos, es señal de amistad para no ser malentendido.

Otro bello altar bien abastecido con decoraciones y manjares para invitar a nuestros muertos a visitarnos desde el más allá.

El pan de muerto, es un pan muy normal, al que se le añaden aromas como la flor de azahar, la cáscara de naranja rallada y semillas de ajonjolí.

La Catrina, es la muerte transfigurada, un poco mujercita, un poco señora de la muerte Mictacacìhuatl.

El papel picado con figuras folclóricas.

Mictlán estaba destinado a las muertes naturales. Este lugar era habitado por Mictlantecuhtli y Mictacacíhuatl, señor y señora de la muerte. Era un lugar oscuro, sin ventanas y del que era imposible salir. El camino para llegar a Mictlán era tortuoso y difícil, porque para llegar a él, las animas tenían que transitar por diferentes lugares durante cuatro años. Después de este período de transición, las almas llegaban a Chicunamictlán, el lugar donde reposaban. A Mictlán arribaban todos aquellos que habían muerto de muerte natural, tal vez por la vejez.

Los aztecas honraban a los muertos entre los meses de julio y agosto, pero cuando los españoles llegaron a América en el siglo XV, con el tiempo fusionaron sus ritos con los de los nativos locales, dando lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y precolombinas.

Al hacer coincidir el Día de Todos los Santos con la fiesta mesoamericana, se creó el Día de los Muertos.

Omeyocan, paraíso precedido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este lugar solo arribaban los muertos en combate, los prisioneros sacrificados y las mujeres que morían durante el parto. Estas mujeres fueron comparadas con los guerreros, ya que simbólicamente habían librado una batalla, y venían sepultadas en el patio del palacio, para acompañar al sol desde el cenit hasta el ocaso.

Estas mujeres se convirtieron en las compañeras ideales del sol. Omeyocan era un lugar de disfrute permanente, donde se festejaba al sol acompañados de música, cantos y bailes. Los muertos que iban a Omeyocan regresaban al mundo después de cuatro años, convertidos en pájaros de plumas multicolores.

Los niños difuntos llegaban a un lugar especial, llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche. Los niños quedaban en este lugar hasta el final de la raza humana, y posteriormente enviados de vuelta a la tierra para repoblarla.

El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este lugar se dirigían los que morian en circunstancias relacionadas con el agua: por ahogamiento, los que morian por enfermedades como el edema y la sarna. El Tlalocan era un lugar de descanso y abundancia.

Aunque los muertos generalmente eran cremados, los predestinados a Tláloc fueron enterrados, como semillas, para germinar.

¿Te gustaría celebrar a tus muertos al estilo mexicano? Tenemos un kit para que puedas crear tu propio altar, puedes comprarlo aquí y descargarlo ahora mismo para comenzar a crear tu "ofrenda".

* Créditos *

Texto: Violeta Ramagnoli.

Fotografía: tomadas de la web

 
Publicado en: Curiosidades

Deja un comentario

Código de seguridad

Nuevo registro de cuenta

¿Ya tienes una cuenta?
Entrar en vez O Restablecer la contraseña